Primera parte: “Estar sano es un acto revolucionario I”
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6. Cachas y Modelos
No se trata de tener una “tabla de chocolate” ni de parecerse a las modelos de las revistas. Está claro que estar sano es sexy y que un cuerpo fuerte siempre es algo apetecible, pero no es esto lo más valioso. La salud es mucho más que eso. No dejes que los medios te confundan o te roben algo de tu valiosa autoestima. Cambia de canal y reconecta con tu propia visión de la salud, una visión más profunda y real.
7. La inacción no es una opción
En muchos hogares hay signos de obesidad o de alguna enfermedad “crónica”. Y cuando un miembro de la familia sufre, todos sufren. No podemos dejarnos llevar un minuto más, hay que pasar a la acción. Por desgracia, el enfoque convencional de suprimir los síntomas y “gestionar” las enfermedades con medicamentos no es la respuesta adecuada. Gran parte del presupuesto sanitario de casi todos los países occidentales se gasta ineficazmente en enfermedades “crónicas”, muchas de las cuales SÓLO se pueden resolver con cambios en el estilo de vida. Es el momento de darnos cuenta de que a menos que seamos parte de la solución, vamos a ser parte del problema. Pero no podemos esperar que los arreglos vengan de fuera. Merecemos vivir la vida más sana y plena que esté a nuestro alcance, y por eso te digo: levanta el vuelo amigo. Reclama, con tus acciones, un cuerpo y una mente vital y nunca, nunca, mires atrás.
8. La mejor defensa es un buen ataque
En la batalla por nuestro bienestar, las fuerzas oscuras quizá hayan ganado los últimos asaltos, pero aún tenemos muchos ases en la manga. Como el olvidarnos de perder peso y centrarnos en nutrir nuestros cuerpos. O dejar de contar calorías y, en su lugar, encontrar modos de estar activo que nos gusten y nos sienten bien. O como invertir en alimentos sanos (biológicos, superalimentos..etc.) y ser más proactivos con el estrés. Cuanto más sano y centrado estés, mayor probabilidad tendrás de superar los desafíos que todos nos encontramos para mantener nuestra salud. Y cuantos más de nosotros estemos felices y sanos, mayor probabilidad tendremos de crear un mundo donde medrar y prosperar sea más fácil para todos. Así que no bajes la guardia y te conformes con menos de una vitalidad y un “mojo” a prueba de bombas. Mantente vigilante. Defiende lo que es tuyo.
9. No hay atajos
No existen dietas secretas, ni pastillas, ni pociones mágicas que vayan a ayudar mucho con el problema que enfrentamos. Cubrir el asunto con más dinero tampoco va a solucionar mucho, simplemente seguirá llenando los bolsillos de las mismas empresas que están detrás del tema. Hay que invertir en cambios saludables y reales en el estilo de vida. Si esto te parece difícil, no estás sólo. Pero si tienes la voluntad y la determinación, puedes conseguirlo. Pero déjame decirte algo: debes olvidarte de encontrar atajos. Quizás tengas que desarrollar nuevas habilidades, estrategias y perspectivas. Quizás necesites conectar con nuevos modelos y sistemas de apoyo. Sí, es muy posible. También tendrás que desarrollar algo de auto-compasión y paciencia y conectar con esa parte de ti que quiere estar más sano para poder disfrutar de la vida. Todo esto lleva tiempo, conciencia y un poco de amor por la aventura, pero no hay mejor momento para empezar que ahora.
10. Desafía los convencionalismos
Hazte el sano del grupo, aunque sea difícil, inconveniente o te puedan considerar “el raro”. Siéntete orgulloso de ello. Que sea tu emblema y tu “denominación de origen”.
11. Hazte amigo de Pareto
Es decir, sigue el principio 80-20. Intenta seguir un estilo de vida sano el 80% de las ocasiones, si puedes más de forma cómoda mejor, pero no te obsesiones. Los hábitos se forman poco a poco y no hay que ser rígidos. El camino hacia una salud verdadera debe ser un viaje placentero y que se vaya integrando de forma natural. “Peca” de vez en cuando, no pasa nada. Ante todo amigo, sé feliz y nunca pares de aprender nuevas formas de hacer tu vida y tu mundo un poco más sano cada día.