El síndrome del intestino permeable, la enfermedad de Crohn, la intolerancia y las alergias al gluten, el síndrome del intestino irritable y las infecciones bacterianas son todos problemas digestivos muy comunes que pueden hacer la vida desagradable y, en ocasiones, simplemente insoportable. Existen una gran variedad de terapias nutricionales y suplementos que pueden ser efectivos para los problemas intestinales que van desde el caldo de hueso o la corteza de olmo americano hasta la raíz de regaliz. Sin embargo, algunos nutrientes son más eficaces que otros. Las tres estrategias siguientes pueden ser particularmente efectivas para sanar el intestino.
Las tres mejores estrategias para sanar tu intestino
1. El Calostro
El calostro es el fluido espeso y amarillento que se produce previo a la salida de la leche materna en la mayoría de los mamíferos. Los humanos, las cabras y otros mamíferos lo tienen. La madre lo produce durante los primeros días después de dar a luz. El calostro es esencialmente un sistema de transferencia el cual “potencia” el sistema inmune del recién nacido, y lo hace concretamente ayudando a sellar las uniones intercelulares en el revestimiento del intestino.
De acuerdo con la revista americana de nutrición clínica (The American Journal of Clinical Nutrition): ” El calostro es la primera leche que se produce después del nacimiento y es particularmente rica en inmunoglobulinas, péptidos antimicrobianos (lactoferrina y lactoperoxidasa, por ejemplo), y otras moléculas bioactivas, incluyendo factores de crecimiento.”
Si es el primer alimento que muchos animales toman en su vida…debe tratarse de algo muy especial e importante. Y efectivamente; es algo realmente poderoso. Debido a esto, los bebés que no fueron alimentados con leche materna sino con leche de soja o con otros alimentos para bebés son más susceptibles de desarrollar problemas de intestino permeable u otros problemas de tipo autoinmune más adelante en sus vidas. En estos casos, un suplemento de calostro puede ayudar enormemente. Es especialmente efectivo en atletas y deportistas cuando éstos sufren de intestino permeable, ya que, el ejercicio (especialmente en condiciones calurosas) puede incrementar la permeabilidad del intestino y empeorar el síndrome.
Aquellos que sufren del síndrome del intestino permeable pueden seguir un protocolo que consiste en tomar 4 cápsulas de calostro en la mañana y 4 al anochecer de 6 a 12 meses. Para aquellos que no tienen un problema tan acusado tomar calostro durante un par de semana es una buena manera de ayudar al sistema digestivo a mantenerse en óptimas condiciones.
2. Aceite de Orégano
En muchos casos los problemas intestinales se originan por un exceso de bacterias o un desequilibrio de la flora intestinal debido a un uso previo de antibióticos, a no comer suficiente comida fermentada (chucrut, yogur, kombucha…etc.) al excesivo estrés o a la inflamación del intestino.
En este caso el aceite de orégano puede resultar muy útil. El aceite de orégano silvestre es una sustancia increíble con propiedades antibacterianas, antimicóticas, antivirales y antiparasitas. El ingrediente activo en el orégano es el carvacrol, y si utilizas aceite de orégano, debes asegurarte de utilizar una marca que contenga un porcentaje de carvacrol superior al 80% (probablemente tendrás que utilizar aceite auténtico y no las capsulas). Ten cuidado si consigues orégano concentrado, ya que puede quemar y tiene un sabor bastante desagradable. Para aceite diluido en una proporción de 7:1 hasta 10:1, deberás utilizar de 10 a 15 gotas, de 2 a 3 veces para lograr una buena actividad intestinal.
El orégano es también una fuente rica de hierro y calcio y hasta puede ser usado de forma tópica por sus propiedades antibacterianas en heridas y también como un antiinflamatorio de uso externo para esguinces musculares y torceduras.
3. Aceite de Coco
Sin duda has oído hablar del milagroso aceite de coco (hace tan sólo unos cuantos años estaba “prohibido” por la medicina convencional por su alto contenido en grasas saturadas). Uno de los principales ácidos grasos en el aceite de coco es el ácido caprílico.
El ácido caprílico es un ácido graso que se encuentra de forma natural no sólo en el aceite de coco sino también en el aceite de palma, la leche humana, la leche de cabra y de vaca. Sin embargo, si sufres de intestino permeable, la enfermedad de Crohn o cualquier otro problema intestinal, entonces el relativamente seguro aceite de coco es la mejor fuente de ácido caprílico. Toma aproximadamente de 1 a 3 cucharadas al día. Si además combinas el aceite de coco con electrolitos o minerales como el calcio o el magnesio ayudarás a ralentizar la absorción del ácido caprílico. Esto es algo deseable porque lo que realmente queremos es que el aceite de coco permanezca en el tracto gastrointestinal cuanto más tiempo mejor. Por ejemplo, puedes tomar un suplemento de calcio y magnesio o de minerales traza al mismo tiempo que tu aceite. Además el aceite de coco posee un poderosa actividad antiviral y antimicótica (como el aceite de orégano), por lo que si tus problemas intestinales se originan en un exceso de bacterias en el intestino delgado, Candida o exceso de hongos, entonces, esta puede que sea una muy buena estrategia para curar el intestino.
A nivel físico la salud digestiva es causa de muchas más enfermedades de las que normalmente se reconocen. Aquí tienes tres estrategias básicas al alcance de cualquiera para sanar tu intestino y optimizar tu salud.
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