No hace muchos años que yo solía ir al supermercado pensando que todo lo que había allí eran alimentos nutritivos y buenos para consumo humano. Era como tener una granja al alcance de la mano…¡qué conveniente! ¿Verdad? Al fin y al cabo se supone que todos los alimentos que se venden allí han pasado por estudios rigurosos que garantizan su calidad.
La realidad, por desgracia, es diferente. Hoy en día no es tan fácil saber qué alimentos son nutritivos. Cuando voy al supermercado es como si entrara en territorio enemigo. Todo lo que allí se vende es “comestible” pero gran parte no es “saludable”. Ya es hora de que empecemos a darnos cuenta que las grandes empresas de alimentación tienen una misión principal: aumentar las ganancias de sus inversores. Lo demás es se-cun-da-rio.
El director general de una empresa alimentaria tiene normalmente un master enfinanzas o dirección de empresas no en nutrición. Lo que a ellos les importa (a la dirección) es vender más cantidad, con más frecuencia y aumentar el margen de ganancia de sus productos, no proporcionar al consumidor los alimentos que son más nutritivos. Para esto utilizan los ingredientes más baratos y de menor calidad posible (mientras sea “legal” y no tenga un mal marketing) y los mezclan con colorantes (para darles mejor aspecto), conservantes (para que no se estropeen rápidamente como la comida normal) y otros compuestos químicos para mejorar el sabor, olor…y que de esta forma a la gente “le guste”.
En sus laboratorios se sabe muy bien cómo engañar químicamente a tu paladar pero no a tu cuerpo y sus necesidades reales. Ya sé que todo esto suena un poco exagerado, pero no lo es para la mayoría de empresas alimenticias. Sí, hay controles de calidad pero estos son para garantizar unos mínimos de seguridad a corto plazo, no para asegurarse de que el producto en cuestión es realmente nutritivo.
Personalmente no tengo nada en contra de ganar dinero, pero no a costa de la calidad de los productos. Algunos dirán que esto es algo muy gris y que dónde esta la línea divisoria entre lo que tiene suficiente calidad y lo que no. Verdad. Es el consumidor el que debe tomar esta decisión por sí mismo. Pero la realidad es que a la mayoría de las grandes empresas no les conviene que haya consumidores muy informados y que LEAN ETIQUETAS.
No te preocupes, aquí te voy a dar una sencilla regla para que te resulte muy fácil saber qué alimentos son nutritivos. O sea, saber si una comida es saludable y realmente nutritiva o simplemente algo de materia orgánica que te llenará el estómago por un rato.
¿Qué alimentos son nutritivos?
Ésta es la regla de oro: si la gente de hace 200 años podía comerlo, entonces tú también.
Algunos expertos dicen que tendríamos que viajar incluso a épocas anteriores (antes de la revolución agraria) porque realmente los humanos no estamos bien adaptados a comer ciertos granos (trigo…etc.). Hay argumentos interesantes que discutiremos en otro artículo, pero en mi opinión, siguiendo esta sencilla regla estarás seguro en el 95% de las ocasiones de que estás comiendo es comida real.
Por ejemplo, la próxima vez que vayas al mercado agarra el artículo o comida que tenías pensado comprar pero esta vez pregúntate: ¿podría la gente del s. XVIII comer esto? Si la respuesta es sí, ponlo en tu cesta (por ahora), y sigue con tu lista. Veamos:
– Manzanas: sí
– Zumo de manzana: depende, si es de concentrado no
– Filete de ternera: sí
– Donuts: no
– Garbanzos: sí
– Sopa de sobre: no…
– Coca Cola: mmmhhh…
Fácil, ¿no?
Lo que conseguirás con esto es evitar toda la comida procesada (comida artificial) que es realmente la que más daño nos hace, dada la gran cantidad de azúcar y sal refinada y otras sustancias sintéticas que se añaden. La gente se pregunta por qué las tasas de cáncer, enfermedades autoinmunes, diabetes..etc. siguen subiendo cada año.
¿Por qué enfermamos? Una de las claves es la falta de nutrición1 y el exceso de toxinas en nuestro cuerpo por culpa de la comida procesada. La vieja escuela de medicina niega que haya relación entre la mayoría de las enfermedades y la nutrición, pero la investigación de vanguardia prueba lo contrario2: somos lo que comemos. Estamos reinventando la rueda.
Si además de seleccionar productos no procesados puedes también distinguir entre métodos tradicionales de cultivo y de agricultura (hoy día llamados “biológicos” u “orgánicos”) y los empleados para maximizar la producción mediante pesticidas y herbicidas, hormonas, antibióticos..etc., entonces MUCHO MEJOR!
Conclusiones
– Si quieres saber qué alimentos son nutritivos sigue la Regla de Oro todo lo que puedas. Intenta reducir gradualmente la cantidad de comida procesada que consumes hasta que todo sea realmente “comida real”.
– No te olvides que no todas las manzanas son iguales. La fruta y la verdura se puede cultivar siguiendo procesos “orgánicos o biológicos”, o mediante las prácticas de cultivo “tradicional” que usan pesticidas, herbicidas…etc. Es obvio qué opción es mejor. Lo mismo con la ganadería y la forma de “producir” la carne. Tu cuerpo te agradecerá que consumas cuantas menos sustancias sintéticas puedas: lo biológico siempre es mejor.
– No te obsesiones, pero intenta ser más consciente cuando compras y empieza a leer etiquetas de los productos?¡Te sorprenderás de lo que hay en la letra pequeña de lo que comemos! Con nuestras elecciones podemos mejorar nuestra salud, el medio ambiente y además poner mas presión en las grandes empresas para mejorar sus productos.
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Notas:
- Gerrior, S., and L. Bente. 2007. “Nutrient Content of the U.S. Food Supply, 1909-94.” U.S. Department of Agriculture, Center for Nutrion Policy and Promotion. Home Economics Report No. 54
- The American Journal of Clinical Nutrition http://www.ajcn.org/