Este protocolo no es para substituir la ayuda médica de calidad cuando sufres un esguince leve o moderado, sino para ayudar a recuperarte lo antes posible si no tienes un sanitario al alcance. Se basa en la experiencia (la de mi padre y sus más de 10 años trabajando en operaciones especiales en el campo) y es algo sencillo que todos podemos hacer en estos casos, porque vamos a ver, ¿quién no se ha torcido el tobillo jugando al furbol, corriendo o tropezando de forma tonta en frente de los amig@s? Con este protocolo conseguirás disminuir el daño y el tiempo de recuperación.
Antecedentes (mayo 2011)
Jugando al baloncesto doy un salto para taponar 🙂 con tan mala suerte que al caer piso a un compañero y mi tobillo izquierdo se dobla hacia afuera (casi en 90 grados). Siempre he sido muy flexible y en el pasado ese tipo de “estiramientos” nunca me impidieron seguir jugando. Pero esta vez era diferente. Hice el intento de continuar ya que estamos justos para dos equipos, pero no podía, así que tuve que marcharme a casa pese a las quejas y súplicas de los compañeros. Por suerte, mi padre había venido para visitarnos unos días y al llegar me puse en sus manos. En cosa de tres días ya estaba caminando perfectamente. Tardé meses en recuperar la movilidad total y no volver a sentir nada, pero finalmente me recuperé al 100% y volví a las canchas a taponar como siempre.
El tobillo…¡otra vez! (mayo 2013)
En esta ocasión, no estaba jugando al baloncesto sino haciendo algo un tanto…estúpido (si quieres evitar lesiones, siempre que puedas debes conocer el terreno). Después de hacer unas series de calisténicos, pensé que sería buena idea acabar con un par de sprints. Estaba en una zona verde de hierba que parecía bastante plana, “ideal” para correr, pero no lo era. Justo al final de mi sprint metí el pie en una agujero perfectamente camuflado por la hierba y me doble el tobillo exactamente igual que hacía dos años…esta vez fue incluso peor. Hoy un “crack”. Tras dos o tres minutos de “bendiciones”…finalmente me levanté y me dirigí cojeando hasta la casa sabiendo que me esperaban unos cuantos meses de recuperación. Por suerte, mi padre estaba otra vez de visita y lo que podía haber sido una recuperación muy lenta se convirtió en un proceso de tres o cuatro días casi milagroso. Éste es el sencillo protocolo para esguince de tobillo que me dio tan buenos resultados.
Protocolo para esguince de tobillo:
1. Inmediatamente, hay que poner frío en la zona dañada.
Células, tejidos, vasos sanguíneos, ligamentos…etc., han sufrido roturas de distinto grado y el cuerpo empieza el proceso de curación enviando sangre de forma inmediata. Esto es obviamente bueno, pero el exceso de sangre puede producir un edema (inflamación por acumulación de líquido) en la zona que puede ser muy molesto y ralentizar la recuperación. Lo mejor es poner una bolsa de hielos, pero cualquier cosa congelada (¿una bolsa de guisantes?) puede valer. Aplica de cinco a diez minutos y si te molesta demasiado el frío retira el hielo por unos segundos. El frío es vasoconstrictor y evita un flujo de sangre excesivo.
2. Inmovilizar la zona.
Con una venda, gasa, tobillera u otro tipo de tela que sea recia intenta inmovilizar el tobillo y vendarlo para que la circulación siga algo restringida. Con esto seguimos intentando controlar la inflamación y proteger el tobillo de mayor daño al quedar el movimiento más controlado. Cuando llegue la hora de dormir, es mejor cambiar el vendaje por uno de menos presión. Si te molesta demasiado quítatelo y al día siguiente después de una sesión de frío y calor te pones otra vez el vendaje.
3. Alternar frío y calor.
Unas pocas horas después del esguince es bueno alternar frío y calor (por la noche, o a la mañana siguiente). Esto aumento la circulación a la zona mediante la expansión y contracción de los vasos sanguíneos. Se trata de regenerar y nutrir las células dañadas con la sangre para que el proceso de curación sea lo más óptimo posible. Dos o tres veces al día es lo ideal si tienes el tiempo. La mejor manera es poner dos cubos en el suelo uno con agua caliente y el otro con agua con hielo e ir alternando. Después de esto siempre vuelve a ponerte la venda para restringir el movimiento y evitar problemas.
4. Masaje con aceite.
Lo más normal es que a pesar de realizar todos estos pasos, la zona del esguince esté algo hinchada e incluso amoratada debido a sangre y otros líquidos intercelulares acumulados. Aplica aceite de oliva, coco u otro aceite natural e intenta masajear la zona suavemente para desalojar estos líquidos y que nueva sangre pueda llegar y seguir el proceso de sanación. Este masaje con aceite puedes hacerlo después de cada sesión de frío/calor.
5. Cremas.
Si tienes una crema de arnica, aloe vera u otra planta con propiedades curativas y antiinflamatorias aplícala tantas veces como quieras. La piel SÍ absorbe gran cantidad de elementos (tantos los curativos como los tóxicos) y la aplicación de este tipo de plantas puede ayudar mucho a reducir el dolor, la inflamación y a la curación en general.
Ya está. Los tres primeros pasos son obligatorios, el cuarto y quinto no, pero son recomendables. Realiza este protocolo para esguince de tobillo por tres días si puedes y verás que tu recuperación será muy buena. Al menos ésta ha sido mi experiencia. A partir de ahí recomiendo que evites los deportes de saltos o peligrosos para los tobillos durante al menos tres meses y vayas viendo tu evolución. Una tobillera es recomendable, sobre todo si practicas deportes de equipo porque nunca sabes la reacción de los demás y un pequeño golpe puede echar a perder la recuperación de meses. Las lesiones “crónicas” se producen cuando la recuperación es mala. Tómate tu tiempo y como dice mi padre “sé amable con el cuerpo.”
¿Has tenido otro tipo de lesiones? ¿Tienes algún “truco” o crema que recomiendas? Déjanos tus comentarios.